Durante zazen
los sonidos son escuchados con naturalidad,
los pensamientos son pensados con naturalidad.
Todo es como es con naturalidad.
Observa tu cuerpo, relaja el cuerpo.
Observa la respiración, fluye con la respiración.
Observa los pensamientos, deja partir los pensamientos.
A través de esta observación está estable,
tu cuerpo, tu emoción, tu pensamiento suceden con naturalidad.
Profundiza en esta profunda quietud
y abierto
comprende la experiencia del sin esfuerzo.
Sentarse es una contemplación de lo inconmensurable.
Ser uno y una en lo inabarcable.
Esta experiencia, que se traduce como el Gozo de lo Real,
es lo que el Buddha señaló como el camino de lo auténtico,
un sendero en el que nadie va y nadie regresa
puesto que todo es en el instante único de este presente natural.
¡Qué gozo vivirlo juntos
puesto que somos juntos!
Esta es la esencia del Buddhadharma,
la vía de los corazones despiertos
a través de los cuales surge la comprensión de la interdependencia,
la alegría al descubrir el vacío de las formas,
el despertar a lo que somos,
dejando partir la ilusión de lo que nos creemos ser.
De ahí que Nagarjuna dijera:
«sin esfuerzo de tu parte,
se manifiesta la verdadera naturaleza de lo real.»
Meditar es una experiencia natural.
Así que, reposando en esta quietud sonora, permanece
sin pretender nada distinto a lo que se presenta.
A esto lo llamamos samatha.
Ya sea que estés sentado aquí,
no hay aquí o allí.
Cuando un hombre y una mujer posan sus rodillas en el suelo
y acarician el cielo con su cabeza,
la conciencia se expande
iluminando todos los rincones del universo.
He aquí la paz del espíritu.
He aquí la certeza y la confianza de reposar en la verdad.
Observa tu cuerpo, relaja tu cuerpo.
Observa los pensamientos, deja partir los pensamientos.
Observa que la inspiración y la espiración suceden de forma natural.
¡Sé natural!
Denkô sensei
Kusen 19 noviembre 2022
Dojo Zen de Tenerife