Crónicas

La pupila del ojo de Gautama

Durante la celebración del Vesak el pasado 23 de mayo, celebrado en el Zendo Zanmai San, encuentro en el que participaron varias entidades miembros de la Federación de Entidades Budistas de España  (UBE),  leímos el siguiente texto en nombre de la Comunidad Budista Zen Luz del Dharma. Es un fragmento de las Crónicas de la transmisión de la luz de maestro zen Keizan Yōkin:

Buddha Shakyamuni nació en la India y pertenecía al linaje del Sol. A los diecinueve años de edad dejó atrás los muros de su palacio al amanecer, se afeitó la cabeza en la montaña y durante seis años se entregó a la práctica de una austera disciplina. Luego, permaneció sentado inmóvil durante otros seis años mientras las arañas urdían sus telas en la cuenca de sus ojos, las urracas anidaban en lo alto de su cabeza y los juncos se entrelaza se entrelazaban con sus piernas. A la edad de treinta años, en el octavo día del décimo segundo mes, y en el mismo instante en el que la estrella matutina asomaba el firmamento, el Buddha alcanzó súbitamente la iluminación.

Las prácticas que llevó a cabo durante su vida proporcionan el modelo que todos sus seguidores tratan de emular. Desde el mismo momento de la aparición del Buddha en este mundo, sus seguidores han tratado de comportarse como él, de emplear los mismos recursos que él utilizó y de actuar, en todo momento – independientemente de que estén caminando, de pie, sentados o acostados – de la misma forma que él lo hizo.

Aunque las montañas, los ríos y las 10.000 formas florezcan por doquier, no debemos concluir por esto que algo exista fuera de la pupila del ojo de Gautama. La pupila del ojo de Gautama nos contempla a todos, por lo que esta pupila también habita en ustedes. Es precisamente el ojo del Buddha el que acaba transformándose en nuestro cuerpo y mora en nuestro interior como un abismo de insondable profundidad.

Por tanto, no crean que en el pasado o en el presente ustedes y la resplandeciente pupila del Buddha han sido, de algún modo, entidades diferentes. Nosotros somos la pupila de Gautama y Gautama es nuestra auténtica totalidad.

Entréguense plenamente a la meditación, desarrollen la maestría y aclaren la iluminación del Buddha al mismo tiempo que la de ustedes.

Las espinas brotan por doquier

mientras en el viejo cerezo

germina la yema de una espléndida rama.

 

CELEBRANDO EL VESAK

Con motivo de la celebración del Vesak, en la tarde del pasado jueves 23 de mayo, se reunieron en el Zendo Zanmai San de La Laguna varias comunidades integrantes de la UBE-FEBE. Juntas estamos construyendo con ilusión la futura Federación de Entidades Budistas de Canarias. Asistieron representantes de la Arya Marga Sangha, Comunidad Budista Soto Zen, Comunidad del Interser, Soka Gakkai, Grupo de Estudio y Práctica de la escuela Kagyu y la Comunidad Budista Zen Luz del Dharma que hizo de anfitriona en este emotivo y hermoso acto.

Desde el mismo momento de la aparición del Buddha en este mundo, sus seguidores han tratado de comportarse como él, de emplear los mismos recursos que él utilizó y de actuar, en todo momento – independientemente de que estén caminando, de pie, sentados o acostados – de la misma forma que él lo hizo.

El programa se desarrolló según lo previsto. Se inició el encuentro con unas palabras de bienvenida del maestro zen Denkō Mesa. A continuación, compartimos una meditación en silencio, seguida de la recitación del Trisarana (vinculación con los Tres Tesoros). Posteriormente, se dio lectura a un escrito enviado por Luis Morente, presidente de la UBE-FEBE. Citamos algunos fragmentos de este sentido escrito:

«Hoy es una jornada histórica, no sólo para el muy querido colectivo budista canario, sino para el budismo español en general. La confesión budista comenzó a desarrollar su actividad en España, de modo significativo, en los años 70 del pasado siglo, y hoy cuenta con un número en torno a 100.000 practicantes, y más de cuatrocientos lugares de culto. La UBE (con su denominación inicial de Federación de Comunidades Budistas de España) fue en su día constituida por cinco comunidades fundadoras. La integran, a día de hoy, 25 entidades budistas principales de las que dependen a su vez varios cientos de lugares de culto distribuidos por todo el país. Del total de practicantes budistas, dependen de las comunidades de la UBE un porcentaje muy mayoritario, así como varios cientos de ministros de culto debidamente ordenados, entre los que se cuentan importantes maestros.

Estamos haciendo cosas para mejorar la visibilización del budismo, y por eso queremos innovar, en nuestra federación budista en España, un sistema de federaciones autonómicas, que nos acerquen al caso concreto, a lo local, a la gente. Y en Canarias será la primera. Todavía queda mucho trabajo, pero estoy totalmente convencido de que lo vamos a lograr.

Gracias a todos por escuchar lo que quería comunicar a tantas buenas personas como hay en el budismo canario. Y no sólo en el budismo. Canarias tiene unos seres humanos maravillosos, con los que siento una profunda hermandad.»

Tras ello, un representante de cada comunidad dio lectura a textos relativos a la celebración del Vesak, cerrando el acto con una ofrenda ante el altar y realizando tres postraciones. Concluimos el encuentro tomando un refrigerio juntos e intercambiando palabras, impresiones y experiencia. 

CRÓNICA DEL CONGRESO «NATURALEZA Y ESPIRITUALIDAD»

Los pasados 9 y 10 de septiembre se celebró en la sala principal del Espacio Ronda en Madrid el congreso interreligioso “Naturaleza y espiritualidad, la cosmovisión de la religiones ante el cambio global.” Asistieron al evento nueve de los once autores del libro, obra en la que se presentan diferentes voces en torno a temas tan relevantes como el cuidado y atención con la madre Tierra, la biodiversidad y el respeto del medio ambiente.

El maestro zen Denkô Mesa intervino con una ponencia titulada “Naturaleza, poesía y silencio en el budismo zen”, vinculando esta milenaria tradición espiritual con la sabiduría que acontece cuando nos abrimos a la contemplación de lo manifestado. En sus palabras:

Surge la apreciación de lo sagrado en lo cotidiano. Especialmente el silencio y el contacto con la naturaleza facilitan al meditador esta experiencia. Tanto el budismo zen como todas las vías espirituales recogen esta verdad en sus escritos.

El maestro profundizó en la poética del silencio y la frescura del asombro que se recoge en la poesía de los haiku. Concluyó su intervención con estas enseñanzas:

Recuperemos la cordura, meditemos una y otra vez, asistamos con alegría al encuentro con lo íntimo. Aprendamos a pararnos y recogernos en los espacios del silencio, donde nada perturba, pues todo es integrado, es posible.

RECORDARSE, OLVIDARSE Y ENCONTRARSE

Desde algún tiempo atrás había pensado en entrar en el camino del corazón, en la Vía del Zen, en su práctica al más puro estilo tradicional de los bonzos (monjes) del Japón. Habiendo practicado hace un par de meses casi todos los días el zazen en casa y en el Dojo de La Laguna, andaba como todos, buscando un camino hacia mi interior. Con este impulso decidí participar en la Sesshin Ango de verano en La Orotava. A continuación explico mi experiencia brevemente con el deseo de animar a todos los buscadores del camino, un sendero que se palpa y se siente fuera de la teoría y de los libros.

Encontrarse uno mismo, tocar la esencia de lo que somos, contemplar la luz cósmica y sentir la Tierra Pura es parte de lo que he experimentado (o mejor dicho, ya estaba; sólo “he” quitado algunas capas más en mi interior). Durante la sesshin, durante las sesiones de meditación sedente (zazen), he podido sentir aparte de mucha alegría, ternura y felicidad, no sólo la mía, sino la de todos los que participamos en ella.

El retiro es muy didáctico y está muy bien estructurado, pues se generan todas las condiciones a través del lugar, las comidas, los estiramientos vespertinos, el samu (trabajo consciente), etc. Todo un conjunto de recursos armónicos para que la atención continuada, el silencio y su preservación se dieran con facilidad.

El maestro zen Denkô Mesa es un gran facilitador. Te sientes acogido con mucha ternura y ecuanimidad. Sirve como guía y soporte. Muestra una cara muy gentil y amorosa del Zen, más allá de la visión dura o marcial con la que generalmente se conoce en occidente. Su aproximación es muy amigable y asertiva. He conseguido un maestro de vida y ha sido muy emocionante, aparte de compartir desde otra perspectiva con otras personas, a través del silencio con gente que no conocía y que, sin embargo, sentí que conocía de toda la vida.

El lugar es maravilloso, repleto con pinos de castaño por todos lados, césped verde, muy muy bonito y limpio. La participación de meditadores más experimentados reflejaba una notable frescura, como si estuviesen haciendo el primer retiro de sus vidas, viviendo el momento presente a cada instante. Por todo ello, la interdependencia es otro aprendizaje clave que me he llevado. La certeza de la no dualidad me ha sorprendido, vivenciada en un grupo tan diverso, con gente de historias de vida diferentes. Todos se han complementado y juntos hemos alcanzado una armonía en todas las actividades realizadas. En fin, una experiencia que marca, un antes y un después, que refresca y permite recordarse, olvidarse y encontrarse.

Jean Carlos Fontana

18 de agosto de 2022