En este río eterno

de colmada impermanencia

todo cambia

de manera imperceptible.

 

¿Qué es lo que no cambia?

¿Qué soporte y consistencia da firmeza a todo esto?

 

Como el agua

que fluye

cambia la materia,

cambian nuestras percepciones,

cambian los deseos,

cambian los recuerdos,

las estaciones también cambian,

todo cambia.

                                  

Así pues,

imposible de aferrar,

nada queda que obtener.

 

Y este yo que justifica su presencia

bajo el signo del poeta,

¡qué pretende conseguir

soliviantando la escondida altivez de sus palabras

vacías todas ellas,

carentes de sentido!

 

¿Quizá buscando lo real de la existencia?

DM