Etiqueta: Le Refuge du Plessis

PULIR LA TEJA

Ayúdanos a financiar la renovación de los tejados de un edificio (techos entramados, aislamientos, chimeneas, ventanas)

Desde hace cinco años, renovamos y restauramos un hermoso lugar lleno de historia para crear un espacio dedicado al Dharma (la enseñanza de Buddha) en el sur del departamento de Sarthe. Durante estos cinco años hemos mirado con cierta preocupación una parte de los tejados muy deteriorada, la que está encima del establo, con sus tejas centenarias. El conjunto tiene aproximadamente 150m2. Cada año se han realizado reparaciones ocasionales, pero con las fuertes lluvias del invierno de 2024, estamos viendo una infiltración significativa y ahora debemos actuar.

Esta obra, que se realizará a más de diez metros del suelo, requerirá el trabajo de cinco a siete personas durante tres semanas. Requieren conocimientos reales que no tenemos dentro de la asociación. Nos gustaría confiar este trabajo a una empresa local sensible a nuestro proyecto. La estimación asciende a 35.270 euros. Actualmente, los trabajos están previstos para marzo de 2025. Incluyen la reparación de la estructura, los canalones, una chimenea, la instalación de un nuevo aislamiento y tres ventanas para tejado y, por supuesto, la instalación de cientos de pizarras nuevas. Entonces te necesitamos.

Puliendo la teja, el nombre de esta campaña toma su nombre de un famoso acertijo de la tradición zen: El maestro zen Baso se sentaba día y noche a meditar. Una vez su maestro Nangaku le preguntó: ¿Por qué practicas la meditación sentada? Convertirse en Buddha, respondió el discípulo. Nangaku luego tomó una teja y comenzó a pulirla. ¿Por qué pules una teja? —Preguntó Baso. Para convertirlo en un espejo. Baso dice: ¿Cómo se puede hacer un espejo, puliendo una teja? Nangaku respondió: ¿Cómo puedes convertirte en un Buddha sentándote en meditación? Bueno, es una historia zen…

 

 

El propietario del proyecto es  la asociación Le Refuge du Plessis. Rehabilitamos edificios para crear un lugar de vida comunitaria donde uno pueda dedicarse plenamente al Dharma (en las formas de la escuela zen) y experimentar todas las buenas prácticas ecológicas. Los edificios datan de los siglos XVI y XVII y están clasificados como “pequeño patrimonio local” (una casa señorial, un molino y varias dependencias). El entorno está protegido y estamos en una ZNIEFF (Zona Natural de Interés Florístico y Faunístico).

El consejo de administración de la asociación lidera el proyecto y, en particular, Jiun Éric Rommeluère que vive en el Refugio.

A continuación dejamos enlace directo para aportar en la campaña de financiación:

https://www.helloasso.com/associations/le-refuge-du-plessis/collectes/polir-la-tuile-1?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTEAAR3Z-_lTW_W8sMM-M4qzibnpj22EbuskmAbaM7TuAQ5zyP5WS3ttoyHS74Q_aem_ZmFrZWR1bW15MTZieXRlcw#tickets

 

Trasmisión del Dharma en Senju´in

Comunidad Budista Zen Luz del Dharma
En Santa Cruz de Tenerife a 13 de diciembre de 2023

El pasado viernes 8 de diciembre de 2023 el maestro zen Denkô Mesa, director espiritual de la Comunidad Budista Zen Luz del Dharma (Hôkôzenkai) recibió la Trasmisión del Dharma de las manos de Jiun Eric Rommeluère. A continuación compartimos con gran alegría una sentida e íntima nota que nos envía nuestro querido Denkô sensei. Que todos los seres alcancen la Paz y el Amor Incondicional:

Recuerdo la primera vez que nos encontramos. Nuestras miradas se cruzaron y un profundo y noble silencio retumbó en mi interior. Sin saber cómo, algo extraordinario estaba aconteciendo. Fue un momento fuera del tiempo. En su mirada reconocí el lenguaje del Dharma, la voz de los ancestros y la dulzura de zazen.

Pasamos unos días de trabajo y meditación inolvidables en Senju´in, el Templo zen de las Mil Manos, situado en Francia en la región de Sarthe, en el municipio de Aubigné-Racan, donde la presencia de la Compasión y el cuidado atento están realmente presentes.

Éric Rommeluère (Jiun Dôjô) recibió la Transmisión del Dharma de su maestro Gudô Wafu Nishijima rôshi, abad del templo Sôju en Japón, quien a su vez la recibió del Venerable Rempô Niwa Zenji, 77º abad del monasterio de Eiheiji, uno de los dos templos principales de la escuela Sôtô. De esta manera, siguiendo la estela de los antiguos, hemos celebrado el 8 de diciembre, un momento significativo en nuestra tradición budista, la ceremonia de sucesión (Dempô Shitsunai Shiki) en Le Refuge du Plessis.

Sintiéndonos arropados por Kannon, fueron la ternura de nuestros corazones y la profunda devoción que sentimos por esta Vía del Buddha, las que propiciaron que todo aconteciera de manera hermosa y extraordinaria.

La rueda del Dharma continúa girando. Recibo de sus manos la herencia del Linaje, convirtiéndome en su 92º sucesor.

A la mañana siguiente, tras zazen, se presentó en mí y de este modo la expresión de lo vivido:

Un profundo silencio
ocupa todo el espacio.
Las manos compasivas de la práctica
acunan cualquier existencia.
En la inmensidad de este bosque,
la luz se perpetúa,
más allá del más allá,
a través de la no existencia.
Ahora
lo Real certifica lo Real.

Venerando a los Tres Tesoros, postrándome en sampai ante el Linaje de Vida de los Buddhas y Patriarcas.

Fukai Denkô

En Senju´in, Francia, 9 de diciembre de 2023

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Pequeño manual para uso de aspirantes que deseen aprender la meditación zen

 por Jiun Éric Rommeluère

Ha sucedido, has decidido dar el salto. ¡Quieres hacer meditación zen! ¿La meditación consiste en hacer, o en no hacer? Difícil pronunciarse al respecto. En cualquier caso, hay que comenzar por alguna parte, por responder a cómo venir a un grupo o a un centro de meditación, pero antes, reflexionen. La meditación zen es una trasformación. ¿Tienen necesidad de ser trasformados? ¿Estarán a la altura de su audacia? Evidentemente, la primera vez no lleguen tarde ni con prisas. Elijan un pantalón largo que no les apriete la cintura. Vayan limpios, pero eviten los perfumes. Quítense las alhajas. Sean naturales.

Dejen sus zapatos en la entrada. No se trata simplemente de descalzarse, sino de reaprender la delicadeza en los gestos más simples. Dejen suavemente sus zapatos, el izquierdo a la izquierda del derecho, el derecho a la derecha del izquierdo. Quítense también los calcetines. Con su calzado, dejen igualmente sus ideas sobre el zen, sus lecturas, todas esas páginas a las que dan una y otra vez vueltas en su cabeza, todas sus opiniones sobre lo que es o lo que no es budismo, todas sus esperanzas, hasta las más bellas. Sí, déjenlas en la puerta de entrada, una a una dentro de vuestros zapatos. No es que haya que despreciar las ideas, los pensamientos, al contrario, simplemente se trata de dejarlos con esmero en la puerta de entrada. Los recogerán después. Es la buena manera de comenzar. El espíritu fresco.

Entonces pueden entrar. En el espacio de meditación verán que no hay (casi) nada. No se desconcierten. Quitamos las imágenes, para tocar la realidad desnuda de la experiencia. ¿Pueden realmente reencontrarse con ustedes mismos? Directamente y sin el intermediario de alguna cosa. Así pues, un espacio es ofrecido. Una vez pasada la puerta de entrada, se inclinan con las manos juntas en un gesto de gratitud. Cogen un cojín redondo para sentarse encima. Lo palpan cuidadosamente. ¿Es suficientemente compacto, suficientemente ancho? Tienen que aprender a juzgar los cojines, a encontrar aquel que esté adaptado a su propia morfología. Y después se sientan de cara a la pared.

La meditación es una experiencia total. Pone en juego a la vez el cuerpo, la respiración y la mente. Fundamentalmente, no hay mas que tres puntos de los que acordarse durante el aprendizaje de la meditación; tienen que estar estables, tienen que estar tónicos, tienen que sentirse cómodos.

La estabilidad es asegurada por el trípode formado por las piernas cruzadas y por las nalgas elevadas por el cojín. Tomen la posición del loto, del medio loto, o en su defecto colocando simplemente un pie sobre la pantorrilla opuesta. Ambas rodillas deben tocar el suelo con la misma presión.

La tonicidad se encuentra enderezando la columna vertebral. No se sienten arriba, sino abajo de las nalgas. A partir del trípode que forman las piernas y las nalgas, enderecen suavemente la columna, después la cabeza, metan delicadamente el mentón y bajen la mirada delante de ustedes sin enfocar un punto en particular. Si no pueden cruzar las piernas, pueden sentarse de rodillas sobre un cojín, sobre un banco o incluso sobre una silla. La rectitud de la columna es el eje de la meditación. Ella da fuerza a la postura. Sientan cómo su cuerpo esta sólidamente anclado al suelo y cómo al mismo tiempo se extiende con flexibilidad en el espacio. El tono significa que no hay tensión excesiva, ni relajación. No se sientan en la postura del sastre. Esta posición no permite mantener durante mucho tiempo la estabilidad y el tono.

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