Te encuentras en una búsqueda vertiginosa de lo que no tienes. Buscas aquí, buscas allá… nunca frenas porque no logras resolver esa sensación en tu interior: la sensación de carencia.
Algo falta, no sabes qué, pero tu mente te dice que está allí afuera. Tu angustia se resolverá con algo que encuentres en el futuro. Alguien te dará la fórmula, el secreto, la llave y entonces podrás descansar.
Eso no sucederá.
Detente ahora. Deja de buscar algo que llene.
La respuesta no está afuera, ni de ti, ni de este ahora.
Contacta con tu carencia. Siéntele. Compréndela.
Inclúyela.
Nunca es suficiente porque crees que tú no eres suficiente. Para tu madre, para tu familia, para tu profesión, para ti misma.
Nunca hay suficiente porque no sabes cómo generar en ti lo valioso: el amor, la presencia, la confianza en ti misma.
Pero lo eres. Eres suficiente.