Poesía

Como un espejo de paciencia

 

COMO UN ESPEJO DE PACIENCIA

 

Aunque el círculo de blanco

desafíe el despejado perfil de tus silencios,

aunque desnudo

y sin forma se presente,

suspendido entre las horas de la noche,

aunque no se vista por entero de redondo,

ella

todo lo abarca.

 

Juguetona, la luna,

entreteje los hilos con nocturnas fechorías

y se exhibe descalza en las alcobas

haciéndote

sencillamente suya.

 

De mirada transparente es,

como un espejo de paciencia.

 

DM

 

Imposible de aferrar

 

En este río eterno

de colmada impermanencia

todo cambia

de manera imperceptible.

 

¿Qué es lo que no cambia?

¿Qué soporte y consistencia da firmeza a todo esto?

 

Como el agua

que fluye

cambia la materia,

cambian nuestras percepciones,

cambian los deseos,

cambian los recuerdos,

las estaciones también cambian,

todo cambia.

                                  

Así pues,

imposible de aferrar,

nada queda que obtener.

 

Y este yo que justifica su presencia

bajo el signo del poeta,

¡qué pretende conseguir

soliviantando la escondida altivez de sus palabras

vacías todas ellas,

carentes de sentido!

 

¿Quizá buscando lo real de la existencia?

DM

 

Ojos abiertos

Silencio entre montañas.

Noche sonora, abierta, sincera, llena.

Se escucha cercano un viejo canto:

es la lechuza que ulula perdurable

real una vez

 y otra vez

haciendo visible la presencia,

única e intangible.

La mente hacia el origen va,

desde el origen viene,

fluyendo sin esfuerzo en cada inspiración,

tras cada espiración.

¿Quién es éste que ahora escribe?

DM

LA MIRADA

La mirada reposa

allá donde el azul limita con el cielo.

 

 

Escucha atento a

lo que retorna.

 

En el ahora de mis manos

las distancias se deshacen

cuando nace y vuelve pura

la palabra

tan segura con su nombre.